29/8/08

Robado de un cuento de Eduardo Galeano.

En las profundidades de una cueva del Río Pinturas, un cazador estampó en la piedra su mano roja de sangre. El dejó su mano allí, en alguna tregua, entre la urgencia de matar y el pánico de morir.
Y algún tiempo después, otro cazador imprimió junto a esa mano su propia mano, negra de tizne.
Y luego otros cazadores fueron dejando en la piedra las huellas de sus manos empapadas en colores que venían de la sangre y de las cenizas, de la tierra, de las flores.
Trece mil años después, cerquita del Río Pinturas, en la ciudad de Perito Moreno, alguien escribe en una pared: "Yo estuve aquí".

14/8/08

Vendrán lluvias suaves

[...] La casa estaba en silencio.
-Ya que no indica lo que prefiere -dijo la voz al fin-, elegiré un poema cualquiera.
Una suave música se alzó como fondo de la voz.
-Sara Teasdale. Su autor favorito, me parece...

There will come soft rain and the smell of the ground,
And swallows circling with their shimmering sound;
And frogs in the pools singing at night,
And wild plum-trees in tremulous white;
Robins will wear their feathery fire
Whistling their whims on a low fence-wire.
And not one will know of the war, not one
Will care at last when it is done.
Not one would mind, neither bird nor tree,
If mankind perished utterly.
And Spring herself when she woke at dawn,
Would scarcely know that we were gone. (*)


(*)Vendrán lluvias suaves y olores de la tierra, / y golondrinas girarán con brillante sonido; / y ranas que cantarán de noche en los estanques / y ciruelos de tembloroso blanco, / y petirrojos que vestirán plumas de fuego / y silbarán en los alambres de las cercas; / y nadie sabrá nada de la guerra, / a nadie le interesará que haya terminado./ A nadie le importará, ni a los pájaros ni a los árboles, / si la humanidad se destruye totalmente; / y la misma primavera. al despertarse al alba / apenas sabrá que hemos desaparecido.


Estoy apocalíptico.